Muchas parejas se han visto en la obligación de posponer o cancelar su gran día hasta nuevo aviso, lamentablemente en muchos casos con la boda a la vuelta de la esquina y sin margen de maniobra.
Todavía no sabemos qué va a pasar con el sector nupcial y cuándo podremos retomar agendas y empezar a trabajar nuevamente, el “Plan de transición hacía una nueva normalidad” propuesto por el gobierno es muy poco preciso y solo hace una escueta y muy poco concreta mención de cuando se podrá retomar la actividad, cito;
- Fase II, comienza a partir del 25 de mayo y contempla bodas para un número limitado de asistentes.
- Fase III, a partir del 8 de junio, bodas para un número más amplio de asistentes.
No sé si a vosotros os han quedado dudas, pero a nosotras nos encantaría que alguien nos especificase de cuántas personas se tratan ese “número limitado” y “número más amplio”. Como comprenderéis con esta súper información es imposible acertar, por eso cuando nuestros clientes nos preguntan ¿qué hacer? Sólo podemos poner cara de póker y pedirles paciencia.
En estos casi 2 meses de “parón” hemos tenido la oportunidad de hablar con varias parejas que se han visto en la obligación de posponer su boda y hemos observado varios sentimientos afines en todas ellas;
1. Frustración y desilusión
2. Disconformidad con el planteamiento inicial de su boda y necesitad de cambio.
LÓGICO! El maldito bicho les robó el mes de abril y ahora no saben a qué atenerse, y lo peor de todo, no hay indicaciones claras para plantear nuevas fechas.
Lo que queremos mostrar desde Happy llama con este título tan evocador es, que es posible recuperar la ilusión perdida con 3 simples pasos;
Re diseñar, sea cual sea el diseño y estilo que teníais planificado para vuestra boda si ahora no os convence, es hora de ponerse manos a la obra y hacerle un “extreme makeover”. ¡OJO! No os estoy diciendo que os dejéis un riñón, sino que replanteéis pequeñas cosas para volver a recuperar la ilusión perdida. No es necesario volverse loco, a veces con un pequeño cambio en la paleta de color, la selección floral o los complementos decorativos hace mucho y no implica costes adicionales, simplemente sustituyes una cosa por otra.
Re ilusionar, con los pequeños cambios que os he comentado anteriormente seguro que notáis un cambio de actitud y vuestra negatividad empieza a disiparse, cuando la nube negra os haya abandonado definitivamente es hora de coger la batuta y maquinar cosas chulas. Tenemos más ganas de fiesta, sarao y achuchones que nunca en la vida, es hora de sacar la artillería pesada y currarse algo épico, tened en cuenta que vuestra boda será posiblemente el primer evento al que acudan vuestros invitados en meses, ahí lo dejo (que presión!!!).
Así que ha llegado la hora de currarse algo chulo, una coreo con los colegas, un vídeo genial, un discurso lacrimógeno dedicado a la familia y a los amigos que tanto habéis extrañado, una declaración mutua de amor eterno, cartas de agradecimiento personalizado, inventar un cóctel vuestro y sólo vuestro, fuegos artificiales, música en directo…etc. Cualquier cosa que os apetezca y os represente, dejad el pabellón alto!!
Re enamorar, entre vosotros y de la boda, no os decimos que no estéis locos de amor, pero estar en chándal todo el día, trabajar face to face y estar encerrados no ayuda y mata un poquito la llama. Los temas de conversación escasean porque os pasáis el día coexistiendo, las cenas románticas en casa tienen su punto pero después de 2 meses han perdido su encanto…Etc. Así que os recomendamos hacer una “to do list”, qué queréis hacer, comer, visitar y ver cuando nos dejen sacar la pata a más de 1 km de casa. Planificad la luna de miel, haceros regalitos, sed detallistas y sobretodo reíros mucho juntos, cura el alma y alegra el corazón.
Espero que estas pautas os ayuden a recuperar la ilusión por vuestro gran día. Todo va a ir bien!!